Mi nombre es Carmenza González, soy tallerista, vengo a compartir con las señoras de la Casa del Buen Dios desde el año 2011. Me he sentido muy satisfecha, yo no sé quiénes aprendemos más, si ellas de mi o yo de ellas. Realmente yo considero que esto es una terapia física y mental, aquí he conocido gente con proceso muy duros, donde las he visto superarse otras que, desafortunadamente se han ido, pero de todas he aprendido y eh recibido cosas muy lindas por su agradecimiento y su interés por aprender. Y espero seguir contando con estas tardes, acá, en la Casa Del Buen Dios.
Carmenza González
Quiero contarles mi experiencia única y maravillosa en el hogar de paso del Buen Dios. Primero que todo agradecerles por su muy buena atención con nosotros, gracias por estar al pendiente de mi niño, por preocuparse tanto por nosotros. También, quisiera reconocer la gran labor que hacen con todas las personas que pasamos por el buen Dios. Les cogí mucho cariño a todas las personas que trabajan allá por su dedicación, amabilidad, responsabilidad, amor y cariño, ya que cada día que pasamos allá dieron lo mejor para que cada día estuviéramos bien y no sentirnos tan solos porque nos encontramos lejos de la familia.
Muchas gracias a la CASA DEL BUEN DIOS por su apoyo”. Paulina, mamá y acompañante de uno de nuestros bebés.
Paulina, mamá y acompañante de uno de nuestros bebés.
¡Hay momentos en nuestras vidas que no dejamos de agradecer a papito Dios por permitir que se nos abran puertas, que no queremos que se nos cierren nunca, y si hoy tengo muchos motivos para agradecer a Dios por permitirnos estar en ‘LA CASA DEL BUEN DIOS” lugar donde hay apoyo incondicional, más la amabilidad y la entrega de los que trabajan aquí, ¡que me hace sentir que estoy en un lugar seguro con mi hijo!
Yuliana, mamá y acompañante de uno de nuestros niños